La Amazonía es la selva tropical más grande y con mayor diversidad biocultural del mundo. Es el hogar de 511 pueblos indígenas, incluidos 66 grupos que viven en aislamiento voluntario y contacto inicial. Son más de 300 lenguas que se hablan en esta vasta región que cubre 9 países (Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa). La Cuenca alberga un tercio de las especies de plantas y animales de la Tierra y el 20 por ciento del agua dulce. Funciona como el corazón biológico de nuestro planeta: secuestra y almacena grandes cantidades de carbono, regula el clima continental y global, produce oxígeno y lluvia, impulsa los sistemas climáticos, entre otros beneficios.

En este escenario de cuidadores del territorio más estratégico del planeta, las mujeres de los pueblos originarios hemos aportado no solo a la pervivencia de los pueblos y la cultural, sino, que, en nuestro rol de defensoras del territorio, guardianas de los conocimientos y saberes ancestrales, protectoras de las semillas, dadoras de vida y genuinas restauradoras de la Amazonía, contribuimos inmensamente en la mitigación de los efectos del cambio climático.

Al igual que el territorio amazónico, históricamente las mujeres indígenas hemos sufrido todas las formas de violencia. Hemos sido víctimas de los sistemas extractivistas, el conflicto armado, el patriarcado, la incomprensión, el irrespeto, el abandono por parte de los Estados y de nuestras propias familias, situación que se replica más allá de las fronteras políticas y geográficas.

Este espacio de encuentro de las mujeres amazónicas, liderado por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica – COICA y la Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana – OPIAC, es una oportunidad para dar testimonio de las situaciones que vivimos las mujeres y nuestros territorios en la actualidad, llamar la atención de todas las instancias que históricamente nos han ignorado, compartir las historias de resistencia y resiliencia, y que, a partir de este encuentro colectivo se construya una agenda regional que incluya los aspectos de derechos humanos, ambiental, cultural y económico,  para la participación e incidencia de las mujeres indígenas en los escenarios internacionales de discusiones y toma de decisiones sobre la cuenca amazónica.

Además, a partir de ese abrazo de las participantes, se busca que surja el gran Movimiento de las Mujeres Indígenas de la Amazonía Colombiana por la Protección del Territorio Amazónico, como una apuesta para consolidar a largo plazo el movimiento de mujeres originarias a nivel de toda la cuenca amazónica.

Para quienes están comprometidos con la protección de la Amazonía, instituciones, organizaciones, empresas, cooperantes, la Cumbre será una gran oportunidad de compartir con las directas encargadas de proteger la vida material y espiritual en cada lugar de la selva, para establecer caminos de apoyo, de hermandad y solidaridad para cumplir con el objetivo común, mantener viva la casa grande, nuestro planeta Tierra.

Las mujeres originarias amazónicas somos, sembradoras, curanderas, parteras, productoras, recolectoras, pescadoras, madres, abuelas, compañeras, hermanas, líderesas, maestras, profesionales, todas con nuestra cultura ancestral viva. Somos las restauradoras de la biodiversidad y guardianas de las familias, la cultura, las semillas, el alimento, de la palabra dulce; a través de este encuentro, las mujeres de toda la cuenca amazónica reivindicamos nuestro compromiso con la lucha y la defensa de nuestra Amazonía.

Amazonía viva, humanidad segura.